Descubrir una profunda traición es una experiencia traumática

Descubrir que tu adorado esposo de veinte años lleva quince engañándote con mujerzuelas aquí y allá.

Encontrar los papeles de una cuenta bancaria en otro país de la cual no sabías nada.

O peor aún encontrar las cuentas bancarias vacías y tu casa hipotecada por segunda vez para pagar la deuda de su adicción al juego.

Enterarte que tu amor tiene otra familia y dos hijitos casi de la edad de los tuyos.

Darte cuenta de que medio mundo sabía de las andanzas de tu maridito pero nadie te dijo nada.

Amiga cualquier tipo de gran mentira descubierta que impacta tu vida seriamente tiene el potencial de ser una experiencia traumática. Se abre el piso debajo de ti, tu mente se nubla y no sabes qué es arriba y qué es abajo

Mientras más cercana era la persona y más segura te sentías con ella, más devastador es el impacto en tu ser. La Dra. Jennifer Freyd de Harvard lo llama trauma por traición.

Las mentiras pueden destrozar tu vida de golpe. En un instante pierdes tu realidad lo cual es increíblemente devastador y difícil de procesar. Sin embargo, usualmente pasan cosas “inesperadas” cuando esas mentiras salen a la luz.

Por ejemplo, frecuentemente, mientras tú estás volviendo el estómago del shock, la persona que mintió, engañó o fue infiel no la está pasando taaan mal.

Resulta que quizás siente algo de culpa y hasta vergüenza, pero “la narrativa de su vida”, aunque sea para dar pena ajena, sigue “intacta”. No se abrió el mundo bajo sus pies ni perdió su realidad de golpe.

Esto es porque esa persona sabía todo el tiempo lo que estaba haciendo y estuvo consciente de cada decisión que tomó, de cada mentira que dijo y de cada hecho que escondió. Tal vez hizo cosas feas, pero al menos eran “sus cosas” feas y las tenía bajo “su control”. Tú en cambio no tenías idea de sus andanzas.

Además ¿Quién lo sabe? Quizás de ahora en adelante el traidor tome mejores decisiones…porque, porque… ¡puede cambiaaar!!! Quizás se dé cuenta de que tiene la posibilidad de ser mejor persona en el futuro. ¡Qué suertudo! ¿Verdad?

Y seamos realistas, a la gente le gustan las historias de “nuevos comienzos y pecadores redimidos”. Así que, ¿quién lo sabe?… quizás Paco ahora se reforme… y aunque fue un horrible marido mentiroso, infiel y traidor,  quizás sea un buen padre y hasta pague las colegiaturas. ¡Una porra para Paco y la esperanza de que nunca es tarde para convertirse en un ser humano decente!

Pero luego está la otra parte.  Las personas a quienes les mintieron, sentadas en el piso de la cocina absolutamente desorientadas.

Al perder tu sentido de realidad y la narrativa de tu vida tristemente te pasa algo mucho más perturbador: Te inundan la confusión y la humillación de haber sido engañada y de no haber sospechado lo que pasaba. Te avergüenza haber sido tan ciega e ingenua.

Te sientes profundamente traicionada por la persona en quien más confiabas y por todas las personas que sabían lo que pasaba. 

Amiga la nueva “información” que tienes al descubrir los secretos rompe tu sentido de realidad. Tu pasado se infecta de un virus como de computadora y los archivos se corrompen.

¿Qué fue verdad y qué fue mentira? Cuando dijo que iba a ver a su tía Susana que estaba enferma ¿A quién fue a ver? 

Cuando dijo que le habían robado un cheque en la oficina y por eso faltaba dinero en la cuenta ¿En qué se lo gastó y con quién?

Cuando dijo que se iba a la convención de vendedores de coches de Centroamérica en Costa Rica ¿A dónde carambas se fue y con quién? ¿Qué pasó en realidad y quién sabía? 

Tus memorias se corrompen. Tus recuerdos se ensucian. Tu realidad se destroza. 

Y tristemente el resultado no es como en las películas de ciencia ficción. Aquí nadie llega a rescatarte ni te despiertas de la pesadilla. Aquí tu pareja escogió romper tu corazón, tu autoestima y tu vida.

Además muy probablemente estos tipos traten de echarte la culpa de sus mentiras, con la cereza en el pastel de que la sociedad te dirá resentida y amargada si no lo perdonas rapidito  (pues si sí pagó las colegiaturas, no seas gacha y mándale luz y buena vibra al buen Paco).

Amiga escúchame: Pocas situaciones son más difíciles de procesar que éstas. Es normal que sientas que todo explotó y que estés asustada y confundida un momento y al siguiente estés furiosa y quieras cortar todas sus camisas a la mitad. No estás loca y no estás exagerando.

Integrar esta nueva información que destruye tu pasado y sacude tu presente, más el procesar estas intensas emociones y todo lo que se desprenda hacia el futuro, va a requerir todo de ti. 

Rodéate de personas que te apoyen. Trata de ir a terapia individual o en grupo (Tenemos terapia). Escribe lo que sientes y habla con quien te entienda, te tenga empatía y pueda sostener tu dolor (Justo esto encontrarás en nuestra Suscripción). No te aísles. Busca personas que te comprendan y te den el apoyo correcto.

Amiga este horrible y confuso desierto se atraviesa un día a la vez.

Recuerda que no estás sola.

Estás entre amigas.

#Sobrevive.Recupérate.Transfórmate.

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