
¿Por qué son infieles los infieles?
La respuesta aunque nos duela es: Simplemente porque pueden.
¿Te gustaría una explicación más profunda? Aquí la tienes, tomando como referencia a Tracy Schorn:
- Porque sienten que tienen derecho a serlo.
- Porque, en algún momento, se otorgaron el permiso de cruzar esa línea.
- Porque su narcisismo y su carencia de empatía los llevan a ignorar completamente tu bienestar.
Escúchame bien, amiga. Esto no se trata de ti. Se trata de él, de su egoísmo y de su falta de integridad.
El Dr. John Gottman, el investigador más respetado del mundo en relaciones de pareja, llegó a una conclusión reveladora tras más de 40 años de estudio:
"Todos los matrimonios enfrentan problemas, pero no son esos problemas los que destruyen la relación. Es la traición lo que verdaderamente la destruye.
Y esa traición no comienza cuando uno de los dos se acuesta con alguien más. Empieza mucho antes, en el momento en que uno de los dos deja de ser honesto acerca de sus pensamientos y sentimientos."
El proceso es gradual. Al principio, esa persona empieza a guardar secretos pequeños, aparentemente insignificantes. Pero esos secretos rápidamente se transforman en mentiras, y estas mentiras comienzan a crear una barrera emocional entre ambos. Lo más trágico es que la pareja engañada ni siquiera se da cuenta de esta barrera que se está levantando.
A partir de ahí, se da paso a lo que Gottman denomina “comparaciones negativas”. El infiel empieza a comparar a su pareja con otras personas, reales o imaginarias.
Tal vez comienza a recordar a la novia de la secundaria que siempre le ofrecía un pedazo de su sándwich, o fantasea con la vecina de enfrente que nunca parece pedirle a su esposo que saque la basura. O tal vez se fija en la barista de Starbucks, que le sonríe y hace un mejor café que el que toma en casa. En la mente del infiel, estas comparaciones empiezan a alimentar la creencia de que estaría mejor con cualquiera de estas otras personas.
Por supuesto, en medio de estas fantasías, se olvida completamente de la realidad de su pareja.
Esa “aburrida” esposa es la que está lidiando con la crianza de tres hijos, trabajando a tiempo completo, asegurándose de que las sábanas estén limpias, coordinando el suministro de gas, y planificando la fiesta de cumpleaños de su suegra. Pero nada de eso importa a los ojos del infiel. Su mente está absorta en los “qué pasaría si”, mientras sigue comparando a su pareja con esas otras personas.
Y entonces, comienza a compartir sus pensamientos más íntimos con la vecina. O busca a su exnovia en Facebook. O habla de sus frustraciones con la chica de Starbucks. De ahí, la traición empieza a crecer rápidamente. Más secretos. Más comparaciones negativas. Más resentimiento hacia la esposa, que sigue ocupada con las tareas diarias sin saber nada del caos emocional que se está gestando.
En resumen, así es como se desarrolla la traición. Y al final, amiga, lo que quiero que entiendas es esto: los infieles hacen lo que hacen porque se sienten con el derecho de hacerlo. Se permiten a sí mismos traicionarte. Racionalizan sus mentiras y secretos, porque necesitan justificarse.
En su mente, tú te conviertes en la villana que debería haberles leído la mente y haberles dado un masaje en los pies todas las noches.
Pero, como explica Gottman, la traición es su responsabilidad, al 100%. Ellos eligieron traicionarte. Ellos decidieron ser infieles. No se trata de ti; se trata de su falta de honestidad e integridad.
Y aunque la traición te destroza, dañando profundamente tu autoestima y tu vida, nunca, bajo ninguna circunstancia, debes permitir que te culpen. No es una responsabilidad compartida al 50%.
Gottman es claro: todas las parejas tienen problemas, y ambos son responsables de esos problemas. Pero no todas las parejas llegan a la infidelidad. La decisión de traicionar es del infiel, y esa es una responsabilidad que él debe asumir por completo.
Es momento de cambiar la narrativa de la infidelidad.
Recuerda que no estás sola.
Aquí, entre amigas, sobrevivimos, nos recuperamos y nos transformamos.